Su 30 aniversario ha sido muy especial

‘Basida’ finaliza su labor en Manzanares después de tres décadas de servicio

La casa de acogida de esta ONG cerrará en enero debido a la falta de reemplazo de profesionales no remunerados

La casa de acogida de la ONG Basida en Manzanares, que se dedica a la atención de personas toxicómanas y personas con VIH, celebró el pasado fin de semana un cumpleaños “muy especial”. Fue su 30 aniversario en esta localidad que, debido la falta de relevo de profesionales no remunerados, será el último antes de finalizar su labor a primeros de 2026.

El sacerdote José Darmín Belmar, responsable de la casa Basida de Manzanares, expresó lo especial de esta celebración ya que marca el final de la actividad presencial de la ONG en Manzanares. La organización se ve obligada a replegarse a sus casas de Aranjuez (Madrid) y Navahondilla (Ávila).

La casa de Manzanares se abrió hace 30 años ante la demanda que había en la comarca para tratar adicciones por drogas y a personas con sida. El proyecto, basado en su lema ‘Signo de amor’, se ha sostenido siempre desde el altruismo, la gratuidad y el voluntariado, con un equipo de “profesionales no remunerados” que han dedicado toda su vida a la acogida.

El motivo principal del cierre está en la dificultad para mantener la estructura profesional y de gestión. En el programa ‘Pulso asociativo’ de Manzanares10TV, Belmar explicó que, si bien el voluntariado no falta, sí existe un problema de reemplazo generacional en el equipo terapéutico central.

“Nos falta el relevo generacional a este grupo de profesionales no remunerados que hemos hecho una opción de vida, de dedicación exclusiva a este proyecto de Basida y ya nos resulta imposible mantenerlo en el tiempo”, declaró.

José Darmín Belmar indicó que el equipo lleva mucho tiempo asimilando esta realidad, ya que “no es una decisión casual o improvisada”. La fecha prevista para el fin de la actividad normal será hasta fin de año, y permanecerán en la casa al menos hasta principios de enero. “Mínimo hasta Reyes estamos aquí”, confirmó el padre Darmín. La organización busca que otra entidad se haga cargo de las instalaciones, pues la casa está “muy preparada para la acogida”.

A pesar de que el sida es hoy una enfermedad prácticamente cronificada, la necesidad de este tipo de recursos de acogida persiste, ya que aún existe “muchísima necesidad” y en Basida reciben llamadas constantes por casos de personas que salen de prisión, inmigrantes sin lugar, o aquellos que se quedan en la calle.

Actualmente, la casa de Manzanares atiende a 17 residentes. Aunque Basida tiene sus otras casas llenas, “ninguno se va a quedar en la calle”, afirmó Belmar, que explicó que se está en coordinación con la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha. “Seguirán adelante en otro sitio”, aseguró.

Agradecimiento a Manzanares

Debido a esta circunstancia tan especial, el lema escogido para el 30 aniversario de Basida Manzanares ha sido “Gracias”. José Darmín Belmar manifestó el sentimiento de gratitud hacia la sociedad manzanareña, el voluntariado, las instituciones, el hospital ‘Virgen de Altagracia’ y centros de salud. Destacó el apoyo fundamental del hospital, que facilitó la labor con atención telefónica, valoración médica y envío de material.

Por ello, a pesar de la partida física, “el pueblo de Manzanares siempre va a estar muy presente en el corazón de Basida” después de estos 30 años en los que convirtieron una casa en ruinas en un hogar, “un pequeño oasis”, según Belmar.

Partido de fútbol

Entre los actos celebrados el pasado fin de semana con motivo de los 30 años de esta casa de acogida, no faltó el tradicional partidillo de fútbol que se ha repetido desde el primer aniversario entre un equipo de voluntarios de las distintas casas de Basida y otro que empezó siendo del Consejo Local de la Juventud de Manzanares y cuyos integrantes, aunque ya no son tan jóvenes, han seguido colaborando año tras año. Visitación Adán, presidenta de Basida, junto a Jokin Uribarren, del equipo de trabajo de la ONG, agradecieron esta implicación con la entrega de obsequios al finalizar el encuentro.