Fiestas patronales

Felisa Díaz, Julián Jiménez y Pedro Córdoba, orgullosos embajadores de Manzanares

Con gran emoción, recibieron el nombramiento de ‘Manzanareños Ausentes 2023’

En un emotivo acto en el que se invitó a reflexionar sobre los movimientos migratorios, tres personas que hace más de 50 años salieron de Manzanares para buscar un futuro mejor, volvieron el domingo a su pueblo para recibir el homenaje y cariño de sus paisanos. Felisa Díaz, Julián Jiménez y Pedro Córdoba fueron distinguidos como ‘Manzanareños Ausentes 2023’.

Felisa, Julián y Pedro. Todos tienen una historia personal con un nexo común: son personas nacidas en Manzanares que, por circunstancias de la vida en unos años difíciles, tuvieron que dejar su pueblo y establecerse en otros puntos de España para seguir progresando en sus respectivos periplos vitales. Ahora, el Ayuntamiento les distinguió como ‘Manzanareños Ausentes’.

“Ausentes de cuerpo, pero no de corazón, porque aquí permanecen sus raíces, sus recuerdos, sus familias y sus vínculos”, resaltó José Miguel Martín, mantenedor del acto celebrado el domingo en el castillo de Pilas Bonas.

En esta fortaleza desde la que creció Manzanares, y en el marco de las fiestas patronales, estas distinciones se realizan con las propuestas realizadas por las asociaciones vecinales de la localidad, presentes en el acto junto a miembros de la Corporación Municipal, familiares y allegados de los homenajeados, cuyo vínculo con su pueblo sigue muy vivo.

Felisa Díaz Martín-Buro, que trabajó como modista, dejó Manzanares para buscar un futuro mejor en Madrid, donde formó su familia. Vuelve siempre que puede y no pierde el contacto con su pueblo a través de las redes sociales. Tras recibir la placa y el reconocimiento de manos del alcalde, Julián Nieva, y del concejal de Festejos, Candi Sevilla, la emoción solo permitió a la homenajeada hacer un breve agradecimiento.

Julián Jiménez Sánchez-Maroto era pastor. Vivió en la calle Honda y con 17 años emigró a Valencia. Allí se casó y trabajó en una empresa de hilaturas metálicas de ornamentación religiosa, taurina o militar. Siempre lleva a Manzanares en su corazón y lee todo cuanto le llega desde su pueblo.

Pedro Córdoba Gómez-Pastrana tiene otra historia similar. En 1970, a los 14 años, su familia buscó futuro en Barcelona. Fue aprendiz de tornero y realizó maestría industrial y estudios de ingeniería de calidad. También formó su familia en Cataluña, sin olvidarse nunca de su pueblo y amigos, que aún conserva, ni de sus devociones: Jesús del Perdón y la Virgen de la Paz.

El alcalde, Julián Nieva, resaltó ese orgullo que los homenajeados tendrán toda su vida de ser manzanareños y, tras agradecer la imprescindible colaboración de las asociaciones vecinales en la acción de gobierno, hizo reflexionar a los presentes sobre cómo los movimientos migratorios son una constante en la historia de la humanidad, con personas como las reconocidas en este acto que emigraron para encontrar mejores condiciones, como también hicieron millones de españoles.

Actualmente, hay 2,7 millones de españoles que son inmigrantes en otros países, al igual que los inmigrantes que vienen a España “y que son imprescindibles para sacar este país adelante”, reconoció Nieva, que criticó la política migratoria europea que permite que en el Mediterráneo mueran más de 3.000 personas al año. Abogó por controlar de manera organizada los movimientos migratorios y, sobretodo, por comprenderlos.

Este acto estuvo amenizado por un cuarteto de saxofones de la banda de música ‘Julián Sánchez-Maroto’ compuesto por Pablo Nieto-Sandoval, Antonio Novés, Lucas Peinado y David Talavera. Interpretaron danzas folclóricas de diferentes países y emocionaron a los asistentes con el pasodoble ‘Agüero’ que puso el broche final.