Manzanares sigue demostrando su solidaridad con el pueblo ucraniano. En esta ocasión, ha sido el instituto ‘Pedro Álvarez de Sotomayor’ el que ha puesto en marcha una iniciativa para colaborar con esta causa. Durante varias semanas, el centro ha desarrollado una campaña de recogida de artículos y elaboración de productos artesanales que ponían a la venta el pasado viernes en un mercadillo solidario. Los cerca de 800 euros recaudados se transferirán a través de Cruz Roja, ACNUR y Cáritas.
Trabajar con el alumnado la sensibilización a favor de la paz y colaborar, al mismo tiempo, con las ONGs que están prestando ayuda a los refugiados se han visto obligados a abandonar Ucrania, son los objetivos que el IES ‘Sotomayor’ de Manzanares se ha marcado con esta campaña solidaria. A lo largo de varias semanas, a través de los diferentes departamentos, se han desarrollado diferentes actividades colaborativas que culminaban este viernes con el mercadillo que instalaban en los Paseos Príncipe de Asturias. Una iniciativa que desde el centro han valorado de manera muy positiva, Vanesa Molina, profesora de plástica y dibujo técnico señalaba que “ha sido una actividad muy gratificante porque, apenas sin tiempo para plantearlo, ha sido tan entusiasta y realista que ha funcionado muy bien”.
En su puesto, alumnos y alumnas del instituto ponían a la venta diversos productos donados por las familias, como libros, cuentos o juguetes didácticos, así como artículos artesanales que han elaborado tanto en clase como en los recreos. A lo largo de la mañana del viernes, los chicos y chicas hacían las veces de vendedores ambulantes animando a la ciudadanía a contribuir con esta causa. Un trabajo que han llevado a cabo “con ilusión e implicación” y que daba sus frutos, pues se lograron recaudar cerca de 800 euros que destinarán a Cruz Roja, ACNUR y Cáritas.
La idea surgió hace casi dos meses, cuando se produjo la invasión rusa a Ucrania. El equipo directivo del ‘Sotomayor’ planteó a las diferentes áreas del centro la posibilidad de poner en marcha actividades creativas de sensibilización con el alumnado, que acabaron derivando en diversas iniciativas. “Quisimos hacer algo positivo para, desde la ilusión y la motivación, poder contribuir a la causa (…) Se han involucrado muchísimo, lo hemos pasado genial en las clases y aquí están dándolo todo, con toda la ilusión de hoy”, destacaba la docente.
Un “pequeño” gesto que sirve para tomar conciencia de una realidad que nos toca muy de cerca, que demuestra que la educación es la mejor arma para combatir las injusticias y que en las aulas, además de adquirir conocimientos, también se forman en valores que repercuten en la sociedad del mañana. Para Vanesa Molina es “nuestra forma de decir ‘no a la guerra’, de decir que queremos ser solidarios y aportar nuestro grano de arena”.
