Cooperación Internacional

Cielo 133 regala vida en Etiopía y Kenia con su proyecto de incubadoras accesibles

José Antonio Criado, voluntario de la ONG y miembro del consejo local de Cooperación al Desarrollo, ha formado parte de esta labor

La ONG ‘Cielo 133’, integrante del Consejo Municipal de Cooperación al Desarrollo ha impulsado el proyecto ‘Incuba33’, con el que ha llevado incubadoras de bajo coste a hospitales en Etiopía y Kenia, ofreciendo una esperanza vital a bebés prematuros en regiones con recursos limitados. Uno de sus cooperantes es manzanareño, José Antonio Criado, que ha compartido su experiencia con Manzanares10TV.

Fundada en 2002, la ONG ‘Cielo 133’ funcionó hasta 2017 como una ECAI, entidad colaboradora en adopción internacional, que facilitó la llegada de más de 500 niños y niñas a España. Entre ellos, la hija de José Antonio Criado, cooperante manzanareño de esta organización, cuya propia experiencia familiar le vinculó de manera profunda a esta organización.

En 2017, con el cierre de las adopciones internacionales en Etiopía, y debido también a los conflictos y guerrillas que asolan el país, Cielo 133 reorientó sus esfuerzos hacia la cooperación.

En la actualidad, mantiene dos proyectos principales. El primero es el apoyo continuo y apadrinamiento a jóvenes huérfanos, a quienes financian sus estudios, el alquiler de sus viviendas y también les ayudan a gestionar pequeños negocios.

Pero el proyecto de mayor impacto es el de la instalación de incubadoras de bajo coste en hospitales con recursos reducidos. Bautizado en origen como ‘Incuba33’, nació en septiembre de 2024 a partir de la iniciativa de la ONG ‘Medicina Abierta al Mundo’, liderada por Pablo Sánchez Bergasa, recientemente reconocido con el Premio Princesa de Girona Social 2025. El gran reto, tal y como asegura José Antonio, fue introducir estas incubadoras en Etiopía, debido a las estrictas regulaciones para la entrada de material extranjero.

Hasta la fecha, la ONG ha logrado un progreso significativo. En septiembre se instalaron las dos primeras incubadoras en el hospital Black Lion, el más importante de Etiopía, y en el Abebech Gobena. El proyecto ha continuado a lo largo de este año, hasta el último viaje de José Antonio, hace unas semanas, donde se montaron once. En total, ya hay 27 incubadoras funcionando en Addis Abeba, de un objetivo inicial de 33. Una vez alcanzado este primer hito, el proyecto ‘Incuba133’ buscará llevar estas vitales unidades a todo el país.

En este último viaje, también han estado en Webuye, Kenia. Su labor en ambos países ha incluido tanto la instalación, como la revisión y reparación de incubadoras ya instaladas. Según nos cuenta José Antonio, la formación también “es un pilar fundamental del proyecto”, subrayando la importancia de capacitar tanto al personal hospitalario como a los propios jóvenes apadrinados de la asociación.

Las incubadoras, fabricadas por alumnado de los Salesianos de Pamplona, tienen un precio de tan sólo 350 euros (en torno a 100 veces menor que una incubadora industrial) pero cumplen con las mismas características y funciones, manteniendo la temperatura y humedad, incluso con fototerapia para el bebé prematuro.

La financiación de esta crucial labor proviene de diversas fuentes. Cielo 133 recibe subvenciones, como la del Ayuntamiento de Manzanares, que este año ha aportado más de 4.000 euros para incubadoras, viajes y una de las dos motos eléctricas de tres ruedas que se han adquirido para dos jóvenes con movilidad reducida. También donaciones, como las realizadas por el Servicio de Quirófano del Hospital Virgen de Altagracia, y, asimismo, se organizan diversos mercadillos y eventos solidarios o se venden cruces de madera traídas de Etiopía. Además, en Manzanares algunos establecimientos como la farmacia de la Divina Pastora o el centro ‘Inma Rico’ son colaboradores habituales.

Cualquier ayuda es bien recibida, por lo que desde Cielo 133 nos animan a colaborar con esta causa y contribuir a ese pequeño gran soplo de vida.