Protocolo de reincorporación

Concienciación y buena adaptación en el nuevo curso del Centro Ocupacional

Los usuarios acuden en días alternos y asimilan las nuevas rutinas a las que obliga la situación sanitaria

En su vuelta a la actividad, los usuarios del Centro de Atención a personas con Discapacidad Intelectual (CADI) de Manzanares están demostrando enorme concienciación y buena adaptación a las nuevas medidas de prevención de la COVID-19. El nuevo curso comenzó el pasado 7 de septiembre con rigurosos protocolos.

La vuelta al centro ha llenado de ilusión a sus usuarios y familias después de seis meses. En esta ocasión lo han hecho en días alternos, ya que entre las medidas establecidas se encuentran que la mitad de usuarios vaya un día y al día siguiente la otra mitad. También han asumido, entre otras obligaciones, que hay que tener distancia interpersonal, que hay que limpiarse bien el calzado e higienizarse frecuentemente las manos.

La concejala de Servicios Sociales, Prado Zúñiga, comprobó en las instalaciones del Centro Ocupacional y Aula de Día cómo sus usuarios están cumpliendo todas las medidas de prevención adoptadas en este recurso municipal con motivo del nuevo curso y del coronavirus.

Son unas medidas muy rigurosas que siguen familias y usuarios, que están adquiriendo estas normas como hábitos y rutinas. “Lo están haciendo fenomenal, tienen un compromiso personal con su propia salud y con la de sus compañeros y cumplen escrupulosamente la distancia de seguridad, el lavado de manos frecuente, el uso del gel y de alfombras desinfectantes”, explicó Zúñiga.

La respuesta de los usuarios está siendo muy buena y son todo un ejemplo de concienciación, aun sin poder mezclarse con otros compañeros.“Están demostrando que son muy responsables y se están adaptando muy bien al nuevo funcionamiento”, según Nuria Fernández-Medina, educadora del CADI.

Los planes de contingencias y de reincorporación al centro se elaboraron siguiendo los protocolos e instrucciones de la Consejería de Bienestar Social y de las autoridades sanitarias. Antes de su reapertura presencial al 50%, las instalaciones del CADI se desinfectaron profundamente, se ha reforzado el personal de limpieza y de apoyo, y se hicieron test serológicos a los usuarios.

En la puesta a punto para el nuevo curso del Centro Ocupacional y Aula de Día, adaptándolos a las actuales circunstancias con señalización y elementos de prevención, el Ayuntamiento de Manzanares ha invertido más de 2.000 euros. “Tenemos a personas de avanzada edad o con patologías asociadas que les pueden hacer más vulnerables, por ello se pone todo el empeño para que sea un espacio seguro libre de COVID”, declaró la concejala responsable del CADI, Prado Zúñiga.

El personal del CADI sigue minuciosamente protocolos específicos según la actividad, el programa o el momento del día. Así, el de entrada comienza en la subida al autobús de transporte de usuarios con la toma de temperatura, desinfección de manos y ubicación en plazas fijas distanciadas y separadas según el taller de cada usuario. En estos no se comparten los elementos manipulativos y en el comedor se han duplicado espacios y turnos. Los vestuarios y aseos se utilizan también de manera individual. “Hemos creado grupos estables para que no haya mezcla entre usuarios de talleres y recursos”, explicó Nuria Fernández. Según la educadora, todo se realiza de manera muy individualizada, también el apoyo personal. Está centrado en el aprendizaje de todas estas medidas de seguridad y de prevención así como en el manejo de las nuevas tecnologías para que los usuarios realicen actividades los días que no acuden al centro o en caso de posibles confinamientos.

Toda esta labor está realizada por el equipo de profesionales del CADI manzanareño, que ya durante el cierre tras el confinamiento atendió a los usuarios de manera ambulatoria, telefónica y telemática, según los casos, con un seguimiento y esfuerzo que valoraron tanto usuarios como sus familias, según resaltó Prado Zúñiga. “En ningún momento quedaron desatendidos”, dejó claro.

El Ayuntamiento de Manzanares es uno de los cinco de la provincia de Ciudad Real que gestiona de forma directa este tipo de recursos de atención a personas con discapacidad gracias a la colaboración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.