En la entrega del mes de octubre del espacio mensual ‘Despacho Abierto’ de Manzanares10TV, el alcalde de Manzanares fue preguntado el pasado viernes por la suspensión, en la última interpelación, del pleno ordinario de hace una semana. Según Julián Nieva, tomó la decisión para evitar problemas de orden público con el alboroto que, a su juicio, pretendía el Grupo Popular, al que acusó de comportamiento desleal y de falta de respeto con la institución al interrumpir continuamente al equipo de gobierno y no cumplir el Reglamento Orgánico Municipal (ROM).
Nieva habló de “un comportamiento absolutamente desleal con la institución” que, según expuso en ‘Despacho Abierto’, “perjudica la imagen de Manzanares, del pleno y de la corporación de Manzanares” de la que la propia oposición forma parte. Responsabilizó de esta actitud a la portavoz del Grupo Popular, Rebeca Sánchez-Maroto, por hacer un ejercicio de “falta de respeto” y de no cumplir lo establecido en el ROM “ni en cuanto a los tiempos ni en cuanto a las interrupciones”, en lo que el primer edil calificó de “falta de talante democrático”.
Según el alcalde, “lo que se pretendía en el último pleno fue que hubiera un alboroto, que hubiera un problema de orden público y que fuéramos noticia en el mayor ámbito posible”. Aclaró que estuvo evitando este alboroto “desde el primer minuto, aguantando incluso más de lo que pudiera ser lógico”, ante las provocaciones que, en su opinión, hubo desde el público con miembros de la candidatura del Partido Popular “que sin ningún respeto tenían los teléfonos con un nivel de voz altísimo y se reían”.
Calificó de “lamentable” lo ocurrido y anunció, como responsable de dirigir la sesión, que procurará que esta situación no se vuelva a repetir. “Es mi obligación y mi responsabilidad, igual que es la responsabilidad de la oposición de comportarse con educación”.
Julián Nieva también salió al paso de las críticas que ha recibido desde el PP tras este pleno. “Si el alcalde de Manzanares les permite que hablen en un pleno más tiempo del que está reglamentado, si no se le interrumpe jamás, si se le deja que digan incluso cosas que no son ciertas, y luego cuando se pone a hablar el alcalde, ella (en alusión a Sánchez-Maroto) y los miembros del Partido Popular le interrumpen permanentemente para que no consiga articular un discurso, ¿quién es el totalitario? ¿quién es el absolutista?”, se preguntó el primer edil.
El alcalde negó no querer debatir sobre las plantas de biometano ya que lo hizo en septiembre durante cuatro horas en un pleno monográfico, había respondido en la propia sesión de octubre a una interpelación previa del concejal José María Molina-Prados y estaba haciéndolo cuando tuvo que suspender la sesión ante las interrupciones de los ediles del PP y el momento en el que, según Nieva, la portavoz del Grupo Popular alentó a algunos de los presentes a levantar carteles contra este tipo de instalaciones.
Planta para residuos de la industria local
En la misma entrevista, Julián Nieva, explicó que aunque hay interés de empresas por instalar más de una planta en el término de Manzanares, en el Ayuntamiento consta el de una que trataría 227.000 toneladas que, según el alcalde, es de tipo medio o pequeño en comparación con las de municipios de otras provincias, y aseguró que Manzanares no necesitará que vengan residuos de ningún sitio, ya que los provenientes de las industrias agroalimentarias (vinícola y quesera) locales son más de los que esta planta puede tratar.
Insistió en que los proyectos de biometanización, como solución a un problema medioambiental, tienen el apoyo de empresas y organizaciones como Fecir, Aempoman, Asaja, UPA e industrias vitivinícolas y reiteró su compromiso con esta ciudad. “Nada que sea malo para Manzanares sucederá, pero nada que sea bueno para Manzanares dejará de suceder”, declaró en el programa, donde se mostró convencido de que una planta situada a 9 kilómetros no tendrá problemas de olores y que esta circunstancia o la de hipotéticas filtraciones “están totalmente controlados desde el punto de vista medioambiental”.
Julián Nieva recordó que la instalación de la planta debe superar la evaluación de impacto ambiental y una serie de condicionantes en procesos que deben ser resueltos por las administraciones competentes.